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Mostrando las entradas de 2017

Adios...

“… no eres lo que necesito en este momento…” Bonito eufemismo… uno más para su colección…  Sin embargo, no fue este anuncio lo que más le sorprendió… Le dejó mucho más impactado su reacción… Una sonrisa, un suspiro y un “Gracias por decírmelo…” Le sorprendió el hecho de que lo primero que le viniera a la mente fuera una sensación de alivio… de que al día siguiente no tendría que inventar tiempo dentro de la vorágine en la que se había convertido su vida esos últimos meses… no volvería   a sentirme mal por no poder compaginar sus horarios, prácticamente imposible en los dos meses escasos que se estuvieron viendo… Simplemente se había acabado, y no se sentía mal por ello… No se sentía mal… ni bien… absolutamente nada… Y eso no quería decir que fuera una chica con la que no le gustaba dedicar su tiempo. Era una chica inteligente, quizás la más inteligente con la que había llegado a intimar… Su conversación era agradable y fluida, al margen de los convencional...

The Orphan Butterfly

Let it flow… Hoy toca uno de esos relatos “inéditos” que suelo escribir como ejemplo en una clase de escritura creativa en inglés. El reto es escribir un cuento original de 200 palabras como máximo, sobre un personaje principal con una o dos características de personalidad generadas aleatoriamente (de una tabla con más de 80… creo que el personaje salió perezoso e imaginativo…) usando las palabras (en rojo) que van eligiendo los alumnos usando las cartas del juego de mesa “Once upon a time…” (“Érase una vez…” en su edición en castellano). Es una actividad que suelo disfrutar al máximo, y conservo los relatos de mis alumnos de todos los años que la he ido haciendo como si fueran un tesoro.   The Orphan Butterfly My father couldn’t find me here. I usually escaped when it was time for working, my older brothers could do it by themselves perfectly. I usually hid behind the logs for the chimney. I had always been the little stupid one who never did anything right, so no...

Cuento para un pequeño soñador.

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"Érase una vez un niño que soñaba  con ser músico. Su mayor ilusión era disfrutar de canciones que le gustaban y hacer sus propias canciones inspiradas en ellas. Ese chico se llamaba Carlos, como tú. Carlos intentó primero tocar la guitarra... pero se liaba con las cuerdas. Carlos lo siguió intentando con la flauta... pero se liaba con los dedos. Probó con el violín... pero el arco era difícil de controlar. Tras esos tres intentos, Carlos no quería tocar ningún instrumento. No veía posible cumplir su sueño de ser músico si no conseguía crear su propia música. Tiempo después, su tío le regaló un xilófono y Carlos lo rechazó. "Tite, yo ya no voy a tocar ningún instrumento porque se me da mal" dijo enfadado.  Su tío, con mucha paciencia, le dijo "Carlos, prueba a ver si te gusta como suena e intentamos aprender juntos". El primer día consiguió tocar el xilófono y le pareció divertido. La segunda vez que se reunieron tío y sobrino consiguieron que algu...

El ruido que me persigue siempre.

Sé que si no hablase de la chica pelirroja con labios rojos seguirá dominando mi mente hasta el fin de los días. Hablaré de ella en esta ocasión y, en caso de necesitarlo, volverá a reinar en los versos con los que inundo papeles. No sé cómo definirla… y creo que la mejor manera es exponerlo mediante varios ejemplos. Era una novela la cual no sabías nunca cómo iba a acabar. Un libro de crear tu propia historia al cual te enganchas y del que quieres disfrutar cada página por muchas veces que lo intentes. Daba igual al capítulo que te mandase, todo era envolvente y adictivo a la par. Era magia. Era capaz de convertir días grises en días soleados con solo sonreír. Capaz de hechizarte con palabras en varios idiomas y con pequeños detalles. Puede que todo siga en mi cabeza por algún encantamiento suyo, lo cual no descarto, o lo mismo me volví loco… pero bendita locura… Era música. Era un bajo hipnótico, un riff de guitarra que te hacía levantarte del sofá, un inicio de ...

ODISEO XXI

El que sepa entender… Para esta mi primera entrada en el Blog he escogido un relato completamente diferente a los que suelo escribir. Cuando David, compañero y profesor de Lengua Española, me propuso el reto de escribir un relato corto para el concurso del colegio, lo primero que pensé era el tiempo que llevaba sin escribir nada, pero acepté. El formato del concurso iba a resultar un doble reto: -           Primero: la extensión. Tan sólo 200 palabras… todo un reto para alguien que, cuando escribe, usa más de 100 sólo para decir buenos días… -           Segundo: El tema… El Amor… así, en plan genérico… Un tema en el cual no me considero precisamente un experto… Así que estuve unos días barajando varias ideas, y me decidí por una de ellas que llevaba rondando mi cabeza más de 30 años… una pregunta sin respuesta que me había acompañado desde niño, desde la primera vez que esta “historia...